Filamentos (y 3)

Desde hace semanas hemos compartido varias entradas con información útil sobre los diferentes filamentos que existen en el mercado para impresión 3D. En esta tercera y última entrada de esta guía, hablaremos de filamentos para un uso más profesional.

Fibra de carbono

Este filamento es una mezcla de fibra de carbono y PLA o ABS. Para que la fibra de carbono mantenga el 100% de sus propiedades su proceso de fabricación debe ser continuo. Al no poder conseguir esto con la impresión 3D pierde cierta rigidez en sus resultados. Aun así, es un material con una alta resistencia y cierta flexibilidad.

El principal inconveniente de este material es el anteriormente mencionado, la perdida de propiedades en comparación con la fabricación tradicional en fibra de carbono.

PMMA (Acrílico)

Es un plástico (polimetil Metacrilato, acrílico o plexiglás) es comúnmente usado como alternativa al vidrio en la industria gracias a que se suele usar en objetos que necesiten dejar pasar la luz como algunos juguetes.

Debido a su baja flexibilidad no es una buena alternativa si se desea fabricar piezas curvas, ya que puede llegar a romperse.

Al ser un filamento muy complejo de imprimir (flujo continuo de filamento y una cama caliente muy alta (más de 110ºC) suele utilizarse sobre todo para reparación.

PVA

El alcohol polivinílico es muy usado dentro de la industria gracias a que es soluble en agua. Esto hace que sea un filamento utilizado como material de soporte para otros materiales.

Su principal ventaja es también su principal inconveniente. Que se disuelva en agua es una grandísima ventaja, pues la conseguimos de manera muy sencilla. El problema es su conservación. Si se almacena (incluso cuando está imprimiendo) en un lugar húmedo se va a deteriorar rápidamente. Si es tu caso, te recomendamos otro material de soporte como el HIPS (ver artículo Filamentos 2)